El repórter tenía noticia de que existían en el mundo - sobre todo en el nuevo mundo, país de lo maravilloso- niños prodigio en todas las actividades, "recordmans" de todas las aptitudes, certeros tiradores de rifle, formidables patinadores sobre hielo y ementos virtuosísimos violinistas, asombrosos matemáticos, elevados poetas, profundos escritores, perfectos conductores de autos, ingeniosos mecánicos etc.etcétera. No obstante, nunca hasta hace unos días había podido comprobar, "de visu", la existencia de esos portentos de adelanto infantil, de temprano desarrollo mental.
Ello ha sido que, con ocasión de un viaje al detenerse en el simpático pueblecito de la ribera aragonesa del río Varón, del Ebro famoso, hallándose ante un prodigio.Transcurrían unas fiestas comarcales de Quinto de Ebro - las fiestas primaverales de las Vírgenes de Bonastre y Matamala- En la plaza mayor del pueblo, sobre un improvisado tabladillo de maderos y tablones actuaba la Banda Municipal de Musica.
- Fíjese usted que maestro de música más joven tenemos en este pueblo - advirtió un amigo del repórter.