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Entre estos enterramientos había un grupo de pequeñas cajas policromadas que contenían momias de niños con edades comprendidas entre los pocos meses y adolescentes de 12 o 13 años. Estas cajas, en madera de pino, generalmente con tapa de forma tronco-piramidal, conservaban la policromía (los colores más abundantes son el blanco, el verde claro, el azul cian, el rojo, rosa y el negro) en un estado de conservación aceptable, excepto la franja en contacto directo con la tierra, donde la humedad había provocado el ablandamiento de la madera, la aparición de hongos y la degradación del aglutinante del color (cola animal) con la consiguiente disgregación del mismo.
Se realizó un tratamiento de urgencia sobre las cajas a la espera de una restauración completa. La segunda parte del trabajo consistió en un tratamiento mínimo sobre las momias, de modo que pudieran ser almacenadas en buenas condiciones para un futuro y deseable trabajo de investigación antropológico y etnológico, ya que en muchas de ellas, los trajes, hábitos, zapatos, sombreros, tocados e incluso bulas, aparecieron en buenas condiciones.
Recogido del Blog de Albarium