jueves, 3 de enero de 2013

Triste mirada

El reloj de la torre marca las 12 de una noche fría cercana al final de este 2012 que ya se ha ido. En el cajero de IberCaja hay un indigente que intenta conciliar el sueño y protegerse del frio y de la intensa niebla que esta cada vez más cerrada.
En la Plaza Vieja un grupo de niños de edades en torno a los 15 años juegan y charlan animadamente. La puerta se ha hinchado con la humedad y me cuesta abrirla, por fin en casa tras una intensa jornada con los abuelos en Zaragoza, abro las contraventanas me gusta ver la perspectiva de la calle que se pierde entre la niebla.